Ante las estafas bancarias, me alegra ver que hay acción concreta, dada la cantidad de gente que ha perdido no solo su dinero, sino hasta su salud física y mental. Ya presentaron demanda millonaria contra el Banco Nacional unas 17 personas en acción grupal y así también irán demandas contra los otros dos bancos que se lucen en ese tema.
Los afectados no solo pretenden recuperar lo sustraído tiempo atrás, también daños y perjuicios. El cuento de que eso es culpa de la Reforma o de unos indigentes que recibieron los dineros en sus cuentas se cae por su peso, puesto que las bases de datos con detalladísima información circulan a gusto, entre vendedores y delincuentes.
Hay gente que abrió cuenta hoy, se fue a dormir y en la mañana no tenía el dinero, no pudo ser desde La Reforma. Hay sustracciones muy superiores al límite permitido en la cuenta, hasta para quien la posee, ¿cómo es que el banco autorizó ese giro?, por favor, a la Reforma hay que enviar a los que se escudan en ese cuento, porque así dejaron ancianos sin su retiro del ROP después de una vida de esfuerzo, le han robado a profesionales de todo tipo, abogados, médicos, agricultores, micro emprendedores, etc.
Si los bancos lucran con el dinero de todos, es su riesgo y obligación la de cuidar bases de datos y hacer las inversiones que corresponda en ciberseguridad, no hacer lo que hacen, reintegrándole rápidamente a quien tiene proyección nacional o es de alta influencia social, para evitar el escándalo. “O hay pa’ todos o hay patadas”, dice el dicho popular, pues veo que las patadas ya están llegando de los pies del movimiento “Gente estafada en los bancos en CR”. Es actuando, no hablando.
Carlos Alberto Monge Zuñiga
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